Capítulo 2: Nuevos horizontes

Como tres pequeños asustados, Zayn, Julieta y yo nos sentamos en hilera en uno de los largos sofás de la sala, expectantes de la palabra de nuestros padres.

- Nueve de la mañana - Comenzó mi mamá con un tono de voz que me dio miedo - ¿A ustedes les parece nueve de la mañana hora para llegar?

- ¡Ay, Rachel! No seas exagerada, es verano, además preferible volver a la luz de sol ¿Verdad?

Juli nos miró a mi y a Zayn esperando algún indicio nuestro de darle la razón, pero su hermano se limitó a mirarla con una mueca y yo me encogí de hombros sin decir una palabra.

Julieta bufó fastidiada.

- No, nena - Intervino ahora la madre de Juli - Así no. Las excusas en esta casa se acabaron, y no como la última vez que se salieron con la suya, ahora va enserio.

De solo verle la cara palidecí, estaba seria, ni una pizca de sonrisa.

- ¿Qué van a hacer? - Por primera vez habló bajo, Zayn. Tenía la voz ronca, como si acabase de levantarse.

Los cuatro adultos compartieron una mirada rápida, y luego el padre de Juli y Zayn, que no había hablado, dio un paso al frente.

- La semana pasada nos llamó Oddie ¿La recuerdan? - Ellos asintieron sin gracia - ¿Ah, si? Porque de tanto que evaden sus llamadas no parecería.

Zayn se cruzó de brazos y se echó contra el respaldo, uf, no quiero ni pensar lo que viene.

- Su tía Oddie fue muy amable de invitarlos a pasar el verano en Nappel.

Dicho esto, todos los recuerdos de Juli contándome acerca de Nappel vinieron hacia mí. Era una especie de pueblo de campo, esos con lagunas, un centro que de centro no tiene nada y pasatiempos tan excitantes como esperar que los pájaros vengan por la comida que dejaste a unos metros de ti.

La tía Oddie parecía disfrutar de cada detalle de aquella extravagante (nótese el sarcasmo) estilo de vida.

- No necesité consultarlo con ustedes para saber que rechazarían su invitación - Dijo un poco disgustado - Pero debido a las circunstancias, los planes han cambiado y tras telefonear a Oddie hace unas horas, tomamos una decisión.

No, no, no y no, Juli y... Zayn, ellos no... ¡No pueden irse y dejarme sola durante el verano!

Julieta hizo un gesto de suicidio con su mano y negó con la cabeza exageradamente.

- Ni lo pienses papá ¡Ni lo pienses!

- Los tres parten mañana - Agregó mi madre.

Esperen... ¿¡Qué!?

-

- Estás enojada.

Mamá puso un vaso con jugo de naranja frente a mí, y sin preguntar, se sentó frente a mi en la mesa del comedor.

Hacía ya una hora que estaba en mi casa sin comprender la situación, nos habíamos ido justo después de la rabieta de Juli y el duro golpe de Zayn al cerrar la puerta de su habitación.

Pero era así como estaban las cosas, hoy tendría que empacar tres meses de mi vida, y no cualquiera, estaría empacando mi verano entero conmigo, un verano desperdiciado.

Aún no podía creer como mis padres fueron capaces de hacerme esto, deshacerse de mí, enviarme al medio de la nada, a la casa de una mujer que no conozco y con mi mejor amiga y su hermano de consuelo.

- No - Sorbí un poco de jugo después de contestar, siguiendo con mi numerito de hija inexpresiva.

- Tenés derecho a estarlo.

- Ya se, pero, no quiero hablar - Sonreí a medias - Voy a empacar.

Y la dejé allí, sentada y mirándome con una mueca que no olvidaré en meses.

Guardar mi vida en una gran valija fue, probablemente, la tarea más difícil que había hecho en semanas. Nada parecía ser suficiente equipaje y desee llevar hasta mi cama conmigo, estaba incrédula, realmente iba a marcharme.

La noche fue eterna, solo con girarme podía ver la gran maleta frente a mí, parecía no dejarme olvidar lo que sucedería la mañana siguiente.

Desperté malhumorada con un pésimo ánimo que disfracé con facilidad. Luego de desayunar y arreglar lo últimos detalles de mi partida, me vestí:

 

Era un día extremadamente caluroso, y eso no es todo, Nappel se caracteriza por sus altas temperaturas en comparación al resto de los lugares de Inglaterra, estaba lista para sofocarme.

Mi padre condujo hasta la gran terminal, durante el viaje, ni él ni mamá dejaron de mirarme cautelosamente a través del retrovisor, ojos que esquivé todo el trayecto.

- Lista para acabar con mi vida - Bufó Juli sarcásticamente en cuanto me bajé del auto y ella vino hacia mí.

Al igual que yo, vestía de una forma veraniega:



Pero eso no era todo, detrás de ella, Zayn caía cómodamente contra un muro encendiendo un cigarrillo.

- ¿______? - Mi mejor amiga sacudía una mano frente a mí.

- Sí perdón - Pegué mi mano a mi cara - Es que ayer no dormí nada.

- Yo tampoco, todavía no puedo creer lo que estamos a punto de hacer, tanto que queríamos estas vacaciones...

- Mejor ni lamentarnos o me voy a poner a llorar - Le interrumpí con una media sonrisa.

Diez minutos después, cargábamos nuestro equipaje en un gran autobus, claro que no había aviones con destino a Nappa, por estábamos obligados a un viaje de cinco horas.

Luego de ser estrujada por mis padres, recibir palabras alentadoras y un montón de estupideces más que me limité a ignorar, me dediqué a inundar mis oídos de música con la frente en la ventanilla y Juli leyendo un libro al lado.

No quería mirar hacia atrás, sabía que Zayn estaba allí, pero la más mínima mirada hubiese llamado su atención y realmente no quería que me atrapara viéndolo.

Me había saludado con el mismo frío beso en la mejilla de siempre, no habíamos cruzado palabra pero aún así su potente mirada me decía que todo seguía igual.

No sé en qué momento me quedé dormida, ni cuando el estruendo del motor detenerse hizo abrir mis ojos, pero allí estábamos Juli y yo mirándonos inexpresivas y al mismo tiempo diciendo

- Llegamos.

La tía Oddie tenía sesenta y tantos de edad, vestía informal, ropa holgada que al instante me recordó que vivía en una especie de campo. Era de baja estatura y rellenita, lo que la hacía ver aún más tierna.

Con cada paso más cerca de ella, su sonrisa parecía ensancharse.

Zayn fue el primero en recibir un abrazo.

- ¡Dios mío, Zayn! - Gritó sin soltarlo - ¡Creí que iba a venir un adolescente, pero mirate! 

Me tragué una risa, Juli directamente se rió a pata suelta.

Luego de saludarla a ella, los tres se acercaron a mí.

- Y ella es...

- ______ - Terminó la frase Oddie - Es un gusto, linda.

No fue la apariencia de la tía Oddie lo que más me sorprendió, sino el hecho de que aquella mujer conducía un enorme truck color rojo, al mejor estilo del de Bella Swan en crepúsculo. 

Nuestras maletas cayeron desprolijamente atrás y el automóvil se puso en marcha.

Obviamente, Zayn rogó que lo dejaran conducir, petición que no solo Oddie rechazó sino Julieta implorando que quería vivír hasta los 21.

A medida que nos alejábamos de la terminal de Nappa, el verde parecía florecer de todos lados. Los senderos rodeados de árboles parecían abrazarte y la sensación fue un tanto... Especial. Pero eso no fue todo, quince minutos después, arribamos a lo que aprecía una gran casa de campo.



Debo decir que cuando mis padres mencionaron casa de campo imagine un techo de chapa, un granero y popó de animales por doquier, pero al llegar, me di cuenta que había subestimado un poco este lugar. Oddie parecía increíblemente detallista, el lugar me dejo sin palabras.

- Zayn, ayudame - Pidió Juli jalando su gran maleta.

Él, como perfecto hermano, le pasó por al lado empujándole el hombro y siguió su camino, recibiendo una amplia gamma de insultos, todos cortesía de mi querídisima mejor amiga.

Cuando Zayn quería, se hacía el malo, pero bien que si perdía de vista a Juli, le daba un ataque.

El moreno siguió de largo llevando su equipaje con facilidad, detrás de él, Oddie gritó un nombre que no entendí.

Entonces vi la silueta de un chico a lo lejos, que dejaba lo que parecía un hacha para cortar madera, y se incorporaba para vernos desde los veinte metros que nos separaban.

A medida que se acercaba, lo veía mejor, era un chico de aproximadamente nuestra edad.

Tenía el pelo semi rapado, color castaño, la camiseta ceñida por el calor y una masa de músculos notoria desde nuestro punto. Juli y yo compartimos una mirada rápida.

El chico se detuvo en cuanto estuvo frente nuestro, entonces Oddie habló.

- Chicas, este es Liam - Lo señaló, como si no lo estuviésemos mirando.

Obviamente lo estábamos haciendo, estaba buenisimo.

- Es mi ayudante.

- Hola - Liam sonrió, y nos saludó a las dos con un beso en la mejilla.

Julieta no habló.

- Soy ______ - Dije yo en su lugar - Y ella es Julieta.

Liam asintió con la sonrisa puesta y antes de decir nada más, Oddie volvió hablar.

- Julieta y _______ se van a quedar por el verano, Zayn se adelantó así que te lo presentaré más tarde - Dijo - Ahora, si me disculpan, mejor me adelanto antes de que Zayn rompa algo - Rodó los ojos viendo como el moreno forcejeaba la puerta torpemente.

Entonces éramos, Juli, Liam y yo.

- ¿De dónde son? - Preguntó Liam.

- De Londres - Respondió Juli, Liam encaró una ceja.

- Chicas de ciudad - Adivinó, mi amiga rió asintiendo y entonces volvió a luchar con su equipaje, solo que esta vez, Liam la detuvo encerrando la mano en su muñeca y por dos segundos se sostuvieron la mirada.

- Dejame a mí - Dijo él amablemente.

Qué cómoda que es Julieta, ni se opuso, solo le sonrió y puedo jurar que lo atontó por un segundo.

Bien, Juli, bien.

Yo en cambio llevé todo sola, porque mi principe azul solo me busca en las fiestas y después actúa como un ice-berg.

Quedé unos pasos atrás viendo como Juli y Liam hablaban animadamente, parece que están leyendo el mismo libro y comencé a preguntarme ¿Cómo sacaron tema de conversación tan rápido? Y después me imaginé a mí frente a Zayn intentando entablar conversación y bueno, ahí fue cuando mi mente quedó en blanco.

La casa era espaciosa y perfectamente ambientada como la típica casa campestre, mucha madera y antigüedades, toqué distraídamente una lámpara hecha de hojas.

- Chicas, su cuarto está en la planta de arriba, acomoden todo y bajen, vamos a hacer compras.

Juli me advirtió que Oddie dice compras, no tiene nada que ver con lo que para nosotras es compras.

Al subir a la segunda planta, encontramos fácilmente nuestra habitación y la verdad es que me gustó



Decidimos que yo dormiría en la cama de arriba, porque Juli se mueve y sería un poco peligroso. En cuanto me di vuelta a mirarla me di cuenta que estábamos solas.

- ¿Y el chico? - Pregunté confusa, creí que había estado arrastrando sus cosas hasta arriba.

Juli se sentó en la cama un momento.

- ¿Liam? Se tenía que ir.

- ¿Se fue? - Encaré una ceja, Juli miró hacia la puerta como asegurando y en cuanto volteó nos miramos con los ojos gigantes.

- ¿Vos viste lo bueno que está ese tipo? - Saltó ella, yo me reí.

- ¡Te iba a decir lo mismo estúpida! 

Después de un minuto de conversación que no fue más allá de querer felicitar a Oddie por elegir bien a su personal, bajamos las escaleras riendo. 

De la casa de Oddie al centro del pueblo no eran más de diez minutos, Juli cantaba una canción de Ed Sheeran, Zayn miraba fijo el paisaje y yo, bueno yo mutaba. 

El centro era, pueblo, sí, pueblo. De centro no tenía nada.

Miré hacia todos lados buscando algo que me identifique con mi ciudad pero todo parecía ajeno a mi y a mi vida rutinaria.

Oddie decidió que para hacer todo más rápido, sería mejor dividirnos. Entonces nos lanzó tareas como si nada y yo acabé sosteniendo un papel con la lista de cosas que tenía que comprar en la panadería que se encontraba a tan solo unos metros de mí.

Era bonita, pequeña y delicada, al abrir la puerta una campanita sonó suavemente.

El lugar olía estupendo, y lo rodeaban un montón de panes y productos caseros. Detrás del mostrador había un chico de espaldas, que tras sentir mis tímidos pasos, se dio vuelta.

El verde de sus ojos chocó contra los míos.



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Chicas, gracias por sus comentarios :)
En cuanto a los días que voy a subir, probablemente todos los fines de semana y si tengo algún día libre en la semana como hoy, también.
En fin, espero que disfruten su capítulo y en cuanto tenga comentarios subo otro.
Charlie